Bachillerato General Unificado

Los Salesianos de Don Bosco (SDB) somos una congregación religiosa perteneciente a la Iglesia Católica y fundada por san Juan Bosco el 18 de diciembre de 1859, en Turín. Nuestro nombre oficial es «Sociedad de San Francisco de Sales», en referencia al santo que eligió nuestro fundador Don Bosco como modelo por su amabilidad y fuerza evangelizadora.
Nuestra Congregación tiene presencia a nivel mundial en 134 países de cinco continentes y está conformada por 14.486 salesianos (14.056 sin novicios y obispos). Nuestro trabajo está orientado a brindar a la juventud, especialmente a la más pobre y en condición de vulnerabilidad, una educación integral, atravesada por la evangelización y actividades lúdicas. El Cardenal Ángel Fernández Artime es el actual Rector Mayor y es el X sucesor de Don Bosco.
El artículo 2 de nuestras Constituciones dice:
«Los Salesianos de Don Bosco (SDB) formamos una comunidad de bautizados que, dóciles a la voz del Espíritu, nos proponemos realizar, en una forma específica de vida religiosa, el proyecto apostólico del Fundador: Ser en la Iglesia signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes, especialmente a los más pobres. En el cumplimiento de esta misión encontramos el camino de nuestra santificación».
Opción por la juventud
Nos sentimos llamados por Dios a caminar sobre las huellas de nuestro fundador. «El Señor le hizo ver claramente a Don Bosco que su misión debía dirigirse sobre todo a los jóvenes, especialmente a los más pobres». Creemos que esta opción por los jóvenes es de una importancia extrema porque ellos «se encuentran en una edad en que tienen que tomar opciones básicas en su vida que comprometen el futuro de la sociedad».
Estamos convencidos de que esta elección nuestra por los jóvenes más pobres de la sociedad es urgente, pues se encuentran en situación de desventaja, son más impresionables, más vulnerables y, frecuentemente, están más expuestos a peligros serios, haciéndoles así «víctimas de injusticias». «Con Don Bosco reafirmamos nuestra preferencia por la juventud ‘pobre, abandonada y en peligro’, la que tiene mayor necesidad de ser requerida y evangelizada y trabajamos, sobre todo, en los lugares de mayor pobreza.
El artículo 27 de nuestras Constituciones señala lo siguiente: «Imitando la solicitud de Don Bosco, nos dirigimos a ellos a fin de hacerlos idóneos para ocupar con dignidad su puesto en la Sociedad y en la Iglesia y para que tomen conciencia de su papel en la transformación cristiana de la vida social».