Presentación
La Unidad Educativa Salesiana “María Auxiliadora” tiene una historia rica y significativa que se remonta al año 1992, cuando fue fundada en el Valle de San Rafael. La institución fue establecida mediante el Acuerdo Ministerial Nº 024 bajo el nombre de Escuela Fisco-misional “María Auxiliadora”. Este proyecto educativo fue impulsado por los visionarios padres salesianos Pedro Moschetto y Manuel Moreno, quienes, con su dedicación y perspectiva, previeron la transformación de este sector en lo que se conoce hoy como la Nueva Esmeraldas.
Desde sus inicios, la escuela comenzó sus actividades educativas con los niveles de primero y segundo grado. Este modesto comienzo reflejaba la convicción de los fundadores en la importancia de ofrecer educación de calidad desde las primeras etapas de la vida escolar. La elección del nombre "María Auxiliadora" no fue casualidad, ya que refleja la devoción y los valores cristianos que guían la filosofía educativa salesiana.
Opción por la juventud
Nos sentimos llamados por Dios a caminar sobre las huellas de nuestro fundador, Don Bosco. Este llamado se fundamenta en la clara visión que tuvo Don Bosco sobre su misión: dirigir sus esfuerzos y dedicación hacia los jóvenes, especialmente aquellos que se encuentran en situaciones de pobreza y vulnerabilidad. Esta misión, que continúa siendo la guía de nuestra labor educativa, es crucial porque los jóvenes se encuentran en una etapa de su vida en la que toman decisiones fundamentales que no solo afectan su propio futuro, sino también el de la sociedad en general.
Don Bosco, con su profunda intuición y sensibilidad hacia las necesidades de los jóvenes, entendió que brindarles apoyo, educación y orientación es esencial para su desarrollo integral. Los jóvenes pobres, a menudo marginados y con menos oportunidades, requieren una atención especial para romper el ciclo de pobreza y exclusión. Esta opción preferencial por los jóvenes no es solo una cuestión de caridad, sino de justicia y de construcción de una sociedad más equitativa y solidaria.
La educación salesiana se centra en la formación de «buenos cristianos y honrados ciudadanos», una filosofía que busca desarrollar en los jóvenes no solo conocimientos académicos, sino también valores humanos y espirituales. Este enfoque integral responde a la necesidad de preparar a los jóvenes para enfrentar los desafíos del mundo moderno con un fuerte sentido ético y una vocación de servicio a la comunidad.
Misión
La misión es educar evangelizando y evangelizar educando a niños, niñas y adolescentes, siguiendo un proyecto de formación integral del ser humano orientado a cristo, hombre perfecto. Fieles a la idea de don Bosco, con el objetivo de formar honrados ciudadanos y buenos cristianos, dotados de un profundo valor ético en un ambiente de calidad y calidez.
La educación salesiana no se limita a la transmisión de conocimientos académicos. Va más allá, integrando la dimensión espiritual y moral del ser humano. Creemos que una verdadera educación debe abarcar todas las facetas del individuo, fomentando no solo el desarrollo intelectual, sino también el crecimiento espiritual, emocional y social. Al orientar nuestra formación hacia Cristo, buscamos inspirar en nuestros estudiantes los valores y principios que Él personificó: amor, justicia, compasión y verdad.
Visión
La visión planteada es ser un centro educativo con carisma salesiano, cuenta con una buena infraestructura, laboratorios modernos y equipados que acogen a niños-niñas y adolescentes, brindándoles una enseñanza-aprendizaje, holística, constructivista, sistemática por proceso a la luz del evangelio, inspirado en la propuesta educativa de don Bosco, “el sistema preventivo”. Amor, razón, religión, para formar personas críticas, autónomas, solidarias que interactúan en la sociedad.
En un lapso de cinco años pretendemos constituirnos en una institución en la que se desarrollen propuestas de formación integral, dirigidas a los niños, niñas y adolescentes. Optamos por formar una comunidad educativo-pastoral en la que el aporte de cada miembro permita construir una auténtica casa que acoge, escuela que educa para la vida, iglesia que evangeliza y patio que recrea. Asumimos el reto de innovar propuesta educativas-pastoral para enfrentar los desafíos que nos plantea la sociedad actual y atender significativamente las necesidades de los destinatarios.