Modelo Educativo-Pastoral
Esta propuesta se basa en un enfoque integral que busca el desarrollo pleno del joven a través de una educación que integra la formación académica con el crecimiento espiritual y social.
Don Bosco ideó un sistema educativo que se centra en la prevención y el acompañamiento, promoviendo un ambiente en el que los jóvenes se sienten valorados y comprendidos, para ser "Buenos cristianos y honrados ciudadanos".
La intencionalidad de la acción educativa y la acción evangelizadora es: colaborar en el crecimiento unitario e integral, donde el joven valora los recursos positivos que lleva dentro y los pone en contacto con propuestas ricas en humanidad y de valores evangélicos; y se inserta en la sociedad como parte activa por medio del trabajo, la participación y el compromiso por el bien común. (Pastoral Juvenil Salesiana | Cuadro de Referencia - Pag. 61)
Esta propuesta se pone en marcha a través del Sistema Preventivo, el Criterio Oratoriano y la Espiritualidad Juvenil Salesiana.
Sistema preventivo, una pedagogía propia
Don Bosco, un joven sacerdote, encuentra en las calles de Turín - Italia, a muchos jóvenes que vienen del campo buscando trabajo, jóvenes en las cárceles, jóvenes sin hogar que pasaban hambre y penurias, al conocer esa realidad supo que tenía que hacer algo. Para 1850, Don Bosco ya había fundado varios oratorios en Turín para atender a esta juventud perdida, creando un estilo propio donde sale al encuentro de los jóvenes y se centra en la anticipación y la prevención de problemas, en lugar de reaccionar solo ante ellos.
Este enfoque educativo busca: crear un ambiente positivo y seguro donde los jóvenes se sientan valorados y comprendidos; y, los educadores establecen relaciones de confianza y respeto, fomentando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Apoyando a los jóvenes en la toma de decisiones responsables.
Todo tiene sus motivos, los jóvenes deben conocer esos motivos para poder racionalizarlos, y las razones de los demás también deben ser aceptadas. La educación debe ser personalizada, no hay que poner metas inalcanzables, siempre dando mucha importancia al esfuerzo y al compromiso. Se busca corregir y persuadir más que castigar.
“Déjate guiar por la razón y no por la pasión.” (Don Bosco)
En tiempos de Don Bosco no se podía entender una educación separada de la formación religiosa que era imprescindible para el desarrollo integral de la persona. Hoy en día, damos importancia a los valores que transmite el Evangelio, la religión ayuda a los jóvenes a que descubran el sentido de la vida y les ayuda a encontrar respuestas a los problemas que les afectan.
“Todos los ejércitos son inútiles si Dios no los asiste” (Don Bosco)
El amor se traduce en entrega, el educador salesiano hace que sus educandos se sientan queridos, acepta incondicionalmente al joven haciendo que este se sienta seguro de sí mismo, lo hace persona y sujeto activo de su propia formación, el educador acompaña, no solo en su proceso académico sino también en su desarrollo personal.
“La base de toda educación es cosa del corazón” (Don Bosco)
Criterio Oratoriano
El 'criterio oratoriano' se dinamiza y da identidad al Carisma Salesiano, para que las obras y presencias salesianas sean expresión fiel de lo que Don Bosco inició, como respuesta a las nuevas y actuales necesidades de los jóvenes.
Esta experiencia de fe se vive participando activamente en:
• Catequesis y Formación Cristiana
• Grupos asociativos: un espacio para compartir experiencias personales y grupales, viviendo el compromiso, el servicio, la reflexión y la oración.
• Retiros, campamentos, paseos
• Fiestas: celebración a María Auxiliadora y a Don Bosco.
Queremos que vivan la experiencia típica y carismática del Oratorio originario de Don Bosco, expresado en 4 elementos fundamentales:
Casa
que acoge
A cada niño, adolescente o joven en un ambiente de confianza y respeto, donde se sienten escuchados y comprendidos, gracias al testimonio y acompañamiento de salesianos y educadores.
Escuela
que prepara
Para la vida donde se ofrecen los recursos necesarios y un ambiente educativo propicio para que los niños y jóvenes desarrollen sus capacidades y actitudes esenciales para vivir en sociedad.
Patio
que reúne
A los jóvenes en los nuevos patios: las redes sociales, los encuentros virtuales, los medios de comunicación, los nuevos lenguajes, para hacer una propuesta educativa y evangelizadora integral y actual.
Parroquia
que evangeliza
Diariamente a aquellos que aún no han tenido la oportunidad de encontrarse con Dios, María y Jesús.
Se encontrarán con encuentros y vivencias de la fe, para progresivamente acercarse a ella.
Espiritualidad Juvenil Salesiana
Esta espiritualidad carismática se basa en los valores cristianos y en la vivencia activa de la fe, promoviendo una relación personal con Dios y un sentido de propósito en la vida. A través de prácticas como la oración, la participación en la liturgia, la reflexión sobre la vida cristiana, los grupos juveniles; se busca cultivar en los jóvenes una conciencia moral y un compromiso con los valores del Evangelio. También se fomenta un sentido de comunidad y pertenencia, ayudando a los jóvenes a encontrar significado y dirección en su vida cotidiana, y a desarrollar una actitud de servicio y solidaridad hacia los demás. Don Bosco quería que los jóvenes experimenten que Dios los amaba, que Jesús era el amigo que precisaban para su vida.
La siguiente frase expresa los núcleos fundamentales de la Espiritualidad Juvenil Salesiana:
La vida diaria como lugar del encuentro con Dios:
La vida diaria es el espacio ideal para encontrarse con Dios. Esta visión valora lo cotidiano y busca integrar la fe en todos los aspectos de la vida. Don Bosco enfatizó la importancia de cumplir bien con las responsabilidades diarias como señal de madurez espiritual.
La familia, el aula, el trabajo, la calle, el patio, la escuela, la oficina; son los ambientes y las oportunidades para expresar nuestro amor a Dios y a los hermanos.
Descubrimos a Dios en los deberes de cada día y mostramos amor cumpliendo nuestras responsabilidades lo mejor posible.
Una espiritualidad pascual de la alegría y del optimismo:
Don Bosco, en su tiempo, ofreció a los jóvenes excluidos la posibilidad de experimentar la vida como fiesta, y la fe como esperanza que alimenta y sostiene la felicidad en medio de las pruebas.
La alegría es una manifestación esencial de la vida cristiana y un signo de la gracia de Dios. Santidad y alegría van juntas, y esta espiritualidad pascual fomenta una vida llena de optimismo, alegría y un compromiso serio con la fe.
Una espiritualidad de la amistad y de la relación personal con Jesús:
Cristo hecho Palabra nos va transformando. La espiritualidad salesiana busca establecer una relación personal y amistosa con Jesús, visto como Amigo, Maestro y Salvador. Los jóvenes son animados a participar activamente en la comunidad cristiana, a través de la oración, la reconciliación, el estudio de la Palabra de Dios, grupos juvenil misioneros
Una espiritualidad de comunión eclesial:
Vivimos el amor profundo como Iglesia. Somos parte de la comunidad de los creyentes que en la comunión celebramos la fe, alimentamos nuestra esperanza y nos dedicamos a la evangelización.
Una espiritualidad del servicio responsable:
Don Bosco pedía a sus jóvenes: ser ciudadanos honrados y buenos cristianos. La unión de ambos elementos es el fruto más maduro de la Espiritualidad Juvenil Salesiana.
Servimos con un amor profundo y solidario a los necesitados, buscando con esfuerzo estructuras sociales más justas para el mundo.
Reconocemos a María como Madre, Maestra y Auxilio:
Como Don Bosco, vivimos un amor profundo y filial a María, que como Madre y Maestra, es Auxilio para que cumplamos fielmente la voluntad de Dios y alegremos el mundo. Como María, nos dejamos guiar por el Espíritu, siendo dóciles a sus inspiraciones, para caminar en santidad.