En esta etapa se amplían y consolidan los conocimientos en las áreas científicas, lingüísticas, artísticas y tecnológicas, brindando a los estudiantes herramientas que enriquecen su formación integral. Se promueve un aprendizaje activo y significativo, donde el trabajo cooperativo fortalece las relaciones interpersonales y la capacidad de colaborar con los demás. La reflexión crítica se convierte en una oportunidad para analizar la realidad y tomar decisiones responsables, mientras que el servicio solidario fomenta la empatía y el compromiso con la comunidad.

Todo este proceso formativo se inspira en el estilo educativo preventivo de Don Bosco, basado en la razón, la religión y el amor.